La tecnología ha llegado a todos los sectores de la sociedad, y el ámbito religioso se ha unido para aprovechar todas las posibilidades que nos ofrecen hoy las nuevas tecnologías.
Los ecommerce han ido cobrando peso en los últimos años, y más después de la pandemia de COVID-19, la cual nos ha demostrado la importancia de los portales y las plataformas digitales.
Por este motivo, cada vez es más necesario contar con un escaparate digital donde mostrar los productos y servicios de una marca, institución u organización.
Además, observamos como las redes sociales cada vez cuentan con más perfiles de religiosos, parroquias, catedrales… y es que la Iglesia ha entendido que hay que estar donde están los fieles, y que las redes sociales suponen también una inmejorable oportunidad de evangelización.
En estos momentos es necesario digitalizar cualquier empresa, marca o negocio para poder llegar a la sociedad actual sin límites geográficos.